RV: ¿Cuándo empezó usted a escribir poesía? Y ¿Quién le otorgó el gusto por la literatura?
CS: Mis primeras poesías las escribí cuando tenía doce años. Cursaba segundo del Bachiller Elemental de aquellos años. Me enseñaba Literatura un profesor mayor llamado Don Enrique. Él fue quien me aportó mucha ayuda cuando se dio cuenta que la poesía me fascinaba. Todos los fines de semana me prestaba libros de poemas. Teniendo en cuenta mi edad, los elegía acordes con mi formación y aumentaba sus informaciones y la dificultad paulatinamente.
En cuando a la segunda pregunta, creo que el gusto por la poesía nació conmigo, pues a los cinco años ya leía algunas poesías escritas para niños y siempre me gustaba leerlas en las cartillas de aquellos años. También los relatos, los cuentos, los TBOs y el cómic fueron objeto de mis lecturas. El profesor Don Enrique, fue un pilar fuerte que reforzó ese gusto, que llegué a sentir por la literatura y sobre todo la fascinación por leer y escribir poesía.
RV: ¿Qué es lo que más le gusta del mundo poético?
CS: Me encantan las palabras y el poder tan grande que proyectan si las posicionamos de diferentes formas o estilos. También me gusta hacer listas de palabras poéticas que luego utilizo para los distintos poemarios. Siempre me gustó escribir con rima y así lo hice durante años. Sin embargo, con la modernidad se fue instalando la versificación libre, sin rimas y sin versos medidos. A mi me gusta mucho este tipo de creación poética, pues me permite no tener que variar el poema en base a tener que ceñirme en buscar palabras que rimen.
Lo que más me gusta del mundo poético son las interacciones entre los poetas y simpatizantes que acuden a los encuentros que se convocan en las diversas ciudades o pueblos de España. Incluso fuera del territorio español. Esa hermandad que se crea y se disfruta es muy gratificante. Vamos a hablar de su inspiración.
RV: ¿Cuáles son los modelos de poetas que le dieron ganas de escribir poesía?
CS: Inspirada en Góngora hice unos cuantos poemas que además me costaron bastante tiempo acabarlos, quería que los identificaran con él, pero eran imitaciones que terminaron por no gustarme. Indudablemente y teniendo en cuenta que estudié a los clásicos y la edad que tenía, mi mejor modelo por aquellos tiempos fue Gustavo Adolfo Bécquer. Me inspiró muchos versos de amor que guardaba celosamente en una libreta que escondía entre mis libros. A medida que avanzaba entre generaciones poéticas, me han inspirado, Miguel Hernández, Antonio Machado, Ángel González, Blas de Otero y Rafael Juárez. Entre las mujeres, Gabriela Mistral, Alejandra Pizarnik, Gloria Fuertes, Rosalía de Castro y María Zambrano.
RV: Tres poetas que recomendaría leer al público.
Rafael Juárez, Ángel González y María Zambrano.
RV: ¿Cuáles son los temas más relevantes que introduce usted en su poesía y por
qué?
CS: Mi poesía es muy ecléctica y trato la mayoría de los temas que me importan,
que son muchos, además de los temas eternos, como son el amor, el desamor,
la libertad, la vida y la muerte; la poesía social me resulta imprescindible
introducirla —a la vista de cómo el mundo se va degradando— y también los
temas cotidianos, cargados de testimonio y conciencia, pero es una poesía
muy alejada de los lugares comunes.
RV: ¿Qué poema de su creación recomendaría leer y por qué?
CS: Recomiendo leer “Aquello que no muere”, es un poema de amor que evoca con
palabras sencillas una visión del amor cotidiano que se queda dentro e invita
a leerlo otra vez y otra y otra...
También recomiendo otro poema importante para mí, llamado “Los poetas
nunca mueren”, porque los recuerdos de lo leído en sus versos aún
inconscientemente, permanecen dentro de nosotros.
RV: Para terminar nuestra entrevista, ¿cómo resumiría su creación poética, en
algunas palabras?
CS: Como ya he indicado en una pregunta anterior, mi creación poética es muy
ecléctica, trata temas muy diversos y con especial predilección por la poesía
amorosa y los temas sociales candentes.