En la actualidad, con la creatividad y la autoexpresión siendo herramientas esenciales, la habilidad de pensar como un autor es más valiosa que nunca. Pero, ¿qué implica realmente adoptar la mentalidad de un autor y cómo se puede desarrollar?
El Poder de la Observación
Uno de los rasgos más distintivos de un autor es su aguda capacidad para observar el mundo que lo rodea. Esta observación va más allá de lo superficial; se trata de captar matices, emociones, y detalles que a menudo pasan desapercibidos para la mayoría. Autores como Ernest Hemingway o Virginia Woolf han demostrado que la clave para crear personajes y escenarios vívidos radica en la observación atenta de la vida cotidiana.
Consejo práctico: Dedica tiempo cada día a simplemente observar tu entorno. Esto no significa solo mirar lo que te rodea, sino realmente tomarte el tiempo para absorber los detalles más pequeños y aparentemente insignificantes. Observa cómo la luz cambia a lo largo del día, cómo se proyectan las sombras, cómo los colores varían con el paso de las horas. Escucha las conversaciones de fondo en un café o en el transporte público; presta atención no solo a las palabras, sino también al tono, al ritmo, y a las pausas, que pueden revelar mucho más sobre las emociones de los hablantes que el contenido mismo. Fíjate en los gestos y en las expresiones faciales de las personas, y trata de adivinar qué emociones o pensamientos están pasando por sus mentes en ese momento.
Lleva un cuaderno o utiliza una aplicación en tu teléfono para anotar estos detalles. No te preocupes por escribir oraciones completas o hacer observaciones profundas; lo importante es capturar la esencia de lo que ves y sientes en ese momento. Estos fragmentos de la realidad pueden convertirse en las semillas de nuevas ideas, personajes o escenas para tus escritos. Con el tiempo, desarrollarás un ojo más agudo para los matices del mundo que te rodea, lo que enriquecerá tu capacidad de narrar y crear historias auténticas y vívidas.
La Imaginación como Herramienta
Otra característica fundamental es la imaginación. Los autores no solo registran lo que ven; lo transforman, lo reinventan y lo expanden. La capacidad de imaginar lo que podría ser, de darle vida a personajes y mundos enteros a partir de una chispa de inspiración, es lo que distingue a un autor de un mero escritor.
Consejo práctico: Fomenta tu imaginación dedicando tiempo a la exploración creativa. Sumérgete en actividades que despierten tu mente y estimulen tu capacidad de pensar de manera innovadora. Esto puede incluir ejercicios de escritura libre, donde dejes fluir tus pensamientos sin restricciones, permitiéndote descubrir nuevas ideas y conexiones inesperadas. También puedes crear historias a partir de imágenes, utilizando cualquier fotografía o ilustración como punto de partida para construir mundos, personajes y tramas fascinantes. No subestimes el poder de soñar despierto; estos momentos de divagación consciente pueden abrir puertas a nuevas perspectivas, soluciones creativas y proyectos inspiradores. Recuerda que la creatividad no tiene límites y que dedicar tiempo a nutrirla es fundamental para mantenerla viva y vibrante en tu vida cotidiana.
La Disciplina Creativa
La creatividad es esencial, pero sin disciplina, se queda en potencial no realizado. Los autores exitosos desarrollan rutinas que les permiten trabajar de manera constante, incluso cuando la inspiración parece esquiva. Stephen King, por ejemplo, es conocido por su estricto horario de escritura, que sigue religiosamente todos los días.
Consejo práctico: Establece una rutina de escritura que funcione para ti, adaptada a tu estilo de vida y necesidades creativas. Esta rutina puede ser tan sencilla como reservar 30 minutos cada mañana para escribir, antes de que las obligaciones del día se interpongan, o dedicar una tarde completa a la semana a sumergirte en la escritura sin interrupciones. La clave está en encontrar un horario que te resulte sostenible y que te permita escribir de manera regular, sin importar el formato o género en el que estés trabajando. Lo importante es la consistencia, ya que es a través de la práctica constante que se fortalece la habilidad de escribir y se fomenta el desarrollo de nuevas ideas. Al establecer una rutina de escritura, creas un espacio seguro donde tu creatividad puede florecer, y te aseguras de que la escritura se convierta en una parte integral y gratificante de tu vida cotidiana.
Aceptar el Fracaso como Parte del Proceso
Por último, la mentalidad de un autor incluye una aceptación intrínseca del fracaso. Cada gran obra de literatura ha pasado por múltiples revisiones, y cada autor ha enfrentado rechazos en su carrera. Es a través del fracaso que se afina el talento y se fortalece la determinación.
Consejo práctico: No temas cometer errores en tu proceso creativo, ya que los errores son una parte esencial del camino hacia la maestría y el descubrimiento personal. Cada intento fallido no es un reflejo de tus limitaciones, sino una valiosa oportunidad para aprender, crecer y refinar tus habilidades. En lugar de ver los errores como fracasos, acéptalos como escalones hacia el éxito, como lecciones que te brindan una comprensión más profunda de tu propio proceso creativo. A menudo, las ideas más innovadoras y las soluciones más ingeniosas surgen precisamente cuando nos atrevemos a explorar lo desconocido y a tomar riesgos que pueden llevarnos a cometer errores. Recuerda que la creatividad es un viaje, no un destino, y que cada paso en falso te acerca un poco más a tu objetivo final. Mantén una mentalidad abierta y flexible, y permítete experimentar sin miedo, sabiendo que incluso los errores pueden ser fuentes de inspiración y revelaciones inesperadas.
Dr. Leonardo Maldonado
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